La magnitud de
la existencia universal me deja solo ante la esfera de color. En absoluto silencio, ingrávido, la humanidad ante mis ojos. El miedo me acompaña y aunque el temor de la
inmensidad aflige mi alma, frente a frente y con el reflejo azul cegándome en
un rayo mortal, pude sentir mi odisea en el espacio. Stanley Kubrick me hizo sentir que yo estaba allí.
La primera vez
que fui consciente de una fotografía